miércoles, 17 de marzo de 2010

Dedos descomunales


Aquí todo es descomunal: los atascos son descomunales, las colas en los restaurantes también y, sobre todo los precios. Pero lo más espectacular es el tamaño de los edificios.

Si ya flipaba con la simulación Matrix de Chamartín, después seguí flipando con la posibilidad de poder ver las tripas de una estación de tres niveles al descubierto con trenes en uno y otro sentido…Pues cuando salí de la estación de metro y enlacé con la de cercanías, creía estar viviendo una experiencia cercana a la muerte: Cuatro enormes edificios con sus ojos ventanosos (sí, acabo de inventar una palabra nueva) mirándome desde la lejanía y susurrándome:

- Paleeeeetoooo. Paleeeetooooo.

A los que se sorprendan porque yo oiga voces, tengo que decirles que también las oigo en el Mercadona, el Carrefour, los aeropuertos y en las estaciones de tren.

Pronto, o eso creo, me daré una vueltecilla por la zona que ocupan estos edificios, que parecen estar bastante juntos, y quizá los susurros de los edificios se conviertan en burlas de los transeúntes.

Hasta ese momento quiero pensar que son cuatro dedos que surgen de las profundidades de la tierra para arrancar el alma de los seres impuros adoradores del Arroz con Leche.

1 comentario:

  1. Últimamente se oyen voces también en los ascensores y en la apertura de determinadas puertas...
    Por otra parte, como admiradora del ACL que soy, espero no poseer un alma como la que indicas, ya que me vería obligada a cambiar de ruta todos los días, lo que seria una autentica putada, ya que como supongo que habrás notado a estas alturas, la distancia y el tiempo que se invierte para llegar al trabajo aquí es algo muy valorado.

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