viernes, 23 de abril de 2010

Peligro Inminente

Hoy voy a acojonarlos, sí, sí, me ha dado por ahí, por hacer de Ángel Exterminador, de Heraldo de la Muerte o, sencillamente, de Aguafiestas. Si usted es una persona pusilánime, signifique lo que signifique, hipocondriaca o con tendencias a ver conspiraciones donde los demás ven la realidad, no siga leyendo esto y pase a leer a mi compañero de página, la sección de cocina o la de moda.

Como intuyo que el morbo habrá podido más que la prudencia, debieran practicarla más a menudo, deben estar leyendo este párrafo y algún anunciante ha perdido una magnífica oportunidad para destacar las bondades de su producto y engrosar mi cuenta corriente. Así van las cosas: más morbo, más sexo, y más violencia implican más público. No es complicado ser publicista, ¿verdad?

¿Somos conscientes del peligro constante en el que vivimos?¿A cuánto estamos de morir en nuestras rutinarias vidas? Intentar comprender el sistema judicial español, ¿implica mutaciones en las neuronas que se trasmitirán a sucesivas generaciones?¿Producen cáncer las ondas que emiten los móviles?¿Y la pelusilla que rueda por los pasillos de las casas? Pues es bastante probable que la única respuesta que obtenga de la lectura de este artículo sea la referente a los móviles. Y no les voy a hacer esperar hasta el final: No producen cáncer. Y no lo digo yo, que no tengo credibilidad alguna para nada, los dicen estudios científicos y un tipo que se acoda en el bar de debajo de mi casa a las siete de la tarde. Aunque también puede decir lo contrario si lo invitas a una copa de vino a las nueve de la noche.

Un acto tan cotidiano como cruzar la calle nos deja un pequeño margen de cinco segundos, más o menos, con respecto a la muerte por atropello. Pruébelo, pruébelo. Cruce la calle como hace habitualmente y cuando llegue a la acera cuente en segundos lo que tarda un coche en llegar a su altura: ¿cinco segundos?¿seis?

Ah, pero si se siente a salvo al llegar a la acera, está muy pero que muy equivocado. Ahora acechan bicicletas y motos circulando por ellas, aunque cada vez menos, eso sí. Acechan mierdas de perro, me niego a llamarlas caquitas, defecaciones o excrementos, que incrementan el riesgo de resbalar y romperse la crisma. Existe el peligro de morir enredado en una de esas malditas correas para perros que se estiran de la misma forma que yo estiraba el cuello de alguno de los propietarios. Y no sigo porque al final los hipocondriacos solo saldrán a la calle para comprobar que la humanidad no ha desaparecido.

Pero, para los hipocondriacos que no quieren salir a la calle, tengo malas noticias para ello: la cantidad de gérmenes, bacterias, microbios, agentes de seguros y correo comercial que invaden nuestras casas. ¿Saben la cantidad de bichitos que circulan por encima de las mesas? No, no lo saben, pero hay muchos, y algunos de ellos con la aviesa intención de provocarnos unas cagaleras de la muerte, un resfriado o cualquier otra excusa para estar en casita de baja viendo cualquiera de esos documentales de La 2 sobre bacterias, gérmenes, agentes de seguros y correos comerciales.

Pero si quieren que les amargue el día puedo seguir hablando sobre los viajes en avión, que no se caen tantos como usted cree, solo se caen tantos como salen en las noticias. Puedo hablar de las macetas que caen en días de viento, infecciones de hospital, infartos por hacer deporte, infartos por no hacerlo, cáncer por ser fumador, o por ser fumador pasivo, o sencillamente por tener predisposición genética a ello, o de porque la gente se muere por estar en el lugar inadecuado en el momento inoportuno.

¿Ya les he amargado la vida? Bueno, pues como nunca hacen caso a otros artículos, tampoco hagan caso a este, tírenlo a la papelera y antes de cruzar la calle…miren a izquierda y derecha, que es lo mismo que hacen antes de votar.

Así está el mundo, así lo veo yo y así trato de contárselo.

Juegos de calle


Debe ser una de esas paradojas de las grandes ciudades: me recuerdan a mi infancia.

No recuerdo ver en Gandía a los niños jugando en la calle al parchís, a las cartas o a cualquier otro juego de mesa. Es más, tampoco recuerdo verlo en Pozoblanco, lo que siempre se ha llamado El Pueblo, sí ese que todos tenemos y vamos hasta que tenemos 16 años.

Hace tiempo que sólo veo a los críos en los parques jugando a futbol, en los columpios y poco más. Luego, en sus casas, tengo entendido que pasan el día entre consolas, películas malas y violentas o viendo programas de corazón.

Así, cuando salí a tender la ropa y vi a los chavales jugando sobre el tablero, me invadió un ataque de nostalgia y me quedé mirándolos el tiempo prudencial para no ser confundido con un cura pederasta.

Ojalá hubiera un grupo de Facebook que fuera “reclamo los juegos de mesa en las calles”, aunque creo que lo mas propio sería “Grupo de señoras que gritan a los niños que se vaya a jugar a otra parte y mojan la acera después de barrerla”

miércoles, 21 de abril de 2010

A Martillazos


Objetivo del juego: pegar un martillazo, también llamado Hostión, y ver hasta donde suben unas lucecitas. Más fuerza, más arriba suben las lucecitas. Vamos, el martillazo en las ferias de toda la vida.

Pero, vayamos a analizar de forma somera, ni idea de que significa esto pero será la palabra de la semana, las instrucciones que le juego proporcionaba.

· NO JUEGUE DESPUES DE COSUMIR ALCOHOL: Hay que joderse, ya no se puede conducir tras la ingesta de alcohol, buena medida por cierto, no se pueden mantener relaciones sexuales porque no se funciona igual, o eso dicen, ¿tampoco se va a poder pegar martillazos a una mierda de máquina que hace lucecitas? Qué mundo este que nos quita los mejores placeres.

· EL EXCESO DE CUALQUIER TIPO DE EJERCISIO FISICO, PUEDE CAUSAR CANSANCIO HACIA EL CORAZON: Lo único relevante de este mensaje es que el cansancio viaja en dos direcciones: Hacia el corazón y desde el corazón. Por lo demás, cualquiera que haya corrido detrás de un autobús, debe saber ya que el ejercicio físico produce cansancio. Si corre delante produce cansancio pero no es el mayor de sus problemas.

· JUEGUE SEGURO PARA EVITAR CUALQUIER TIPO DE LESION: ¿Jugar seguro? ¿Me aprieto el cinturón, me abrocho los botones, me ato los cordones o me pongo un casco y un airbag portátil?

· EL USO DEL MARTOLLO ES ESCLUSIVO PARA EL JUEGO: pues ando buscando todavía qué es eso del Martollo. Tan exclusivo debe ser….

El caso es que me parecía tan complicado esto de dar un martillazo que al final no jugué. Y no quiero pensar en cómo lo debería pasar mi pobre abuelo que era Herrero (una de esas profesiones perdidas)

miércoles, 14 de abril de 2010

Osea..McDonalds de Sol


Osea, es un Mcdonald superfashion junto a la megapuerta del Sol. Es supermoderno y, porfa, porfa, no dejéis de tener un meeting y pedir una coca con pajita.

A la hora de pagar, con tarjeta of course, os sentiréis como en casa de papis.

Fdo: Borja Mari.

martes, 13 de abril de 2010

Sexo y Política


En realidad no van a leer nada de sexo, a pesar de ser primavera, pero como marketing para llamar su atención no está nada mal, ¿no? Venga no se me quejen y luego vean los programas del corazón.

Ya saben que no me gusta hablar de política, si es que se pueden hablar de política en los tiempos que corren sin discutir, pero es que últimamente veo tal cantidad de estupideces, necedades, imbecilidades y negligencias que he decidido soltar parte de lo que quiero decir a riesgo de perder amistades entre dicho colectivo (Suso y Guillermo, queridos contertulios, espero que no lo leáis o que, al menos, no entendáis nada de lo que escriba).

Vaya por delante que no quiero demonizar ni a los políticos ni a la política, únicamente a las actitudes que genera esa lucha por el poder, porque únicamente se limita a eso: a una lucha por el poder, importando muy poco, o nada, lo que el sentido común dicte o el sentido de país, patria o como sea que se le llame ahora para no ofender a nadie.

Sabía yo que si algún día escribía sobre las cosas de la política me pasaría más tiempo intentando disculparme, antes incluso de decir nada, que contando las tonterías que tenga que decir, así que voy a ellas.

Bueno, no. Antes de ir a ellas, y llevado por mi labor didáctica, decir que intentaré ejemplificar de la forma más clara posible lo que pienso. Y si hablamos de mi forma de pensar, dudo mucho que haya una forma clara de mostrar mis oscuros y abyectos pensamientos. Advertidos quedan.

Político profesional del PSOE: La crisis es algo pasajero, veremos la luz, los brotes verdes y los billetes calentitos a finales de 2008, de 2009, de 2010, del 2011 o de cuando el calendario Azteca anuncie el fin del mundo (para incrementar su cultura les diré que el calendario Azteca anuncia el Apocalipsis para diciembre de 2012)

No preocupase, no preocuparse: trabajo pa to dios, bajada de impuestos, seguridad social y barra libre en el restaurante con estrellas Michelin que usted elija.

Estamos gestionando la crisis de la única forma que se puede hacer: un día pensamos blanco y si no les gusta, pues pensamos negro. No se me enfaden, no se me enfades.

Todo es jijijeante, y jajanudo. Paz, amor y buen rollo.

Militante de base de PSOE y simpatizantes: Cabezazos de asentimiento, aplausos, oreja, rabo y vuelta al ruedo para nuestro queridísimo líder.

Político profesional del PP: ¿Corrupción? ¿De qué me hablan? Nada, nada, en caso de existir eso es una invención de los medios de comunicación, de las oscuras fuerzas que dominan el mundo, de Paco Porras o de Pocoyo después de su primer botellón. No sé de qué me hablan.

Ah, ¿en varias comunidades autónomas? Entonces no podrán negarme que el partido está unido incluso en esos momentos. ¿Que nos corrompemos juntos? Ya le digo que no se de que me hablan. ¿Que si tengo el bachillerato? Sí, claro. Ah, que corrupción es poner la mano con la palma hacia arriba para ver si cae algo por hacer algo. ¿Pero no decían que corrupción era aceptar unos trajes? Si no se ponen de acuerdo ustedes, ¿cómo nos vamos a poner nosotros? Ays, ciudadanos, ciudadanos ¿entienden ahora porque se vota cada cuatro años? Porque no se enteran. ¿Qué sí que se enteran? Ah, por eso nos votarán a nosotros otra vez a pesar de la corrupción esa, o como se diga.

Militante de base de PP y simpatizantes: Cabezazos de asentimiento, aplausos, oreja, rabo y vuelta al ruedo para nuestro queridísimo líder.

Personita de a pie, que paga sus impuestos, se toma un vinito en el bar y, de vez en cuando, escucha, ve o lee los medios de comunicación: ¿Y para mí cuando habrá trabajo? Y ¿el dinero de mis impuestos se va a amigotes del alma que luego regalan relojitos, coches o viajes al cargo de turno? Pues yo, sin duda, quiero ser político. Y, por supuesto, que quiero que mis hijos también los sean. Es decir, que la política está más prestigiada que nunca: todo el mundo quiere ser político.

Ojo, dentro de unos años los papeles se tornarán y el del PP hablará en los mismos términos de la crisis, y el del PSOE de la corrupción. Acepto apuestas, que tengo una hipoteca que pagar.

Así está el mundo, así lo veo yo y así trato de contárselo.

lunes, 12 de abril de 2010

Sueños Sincrónicos


Sí señor, la gente en el metro, además de leer, robar la cartera, mirar al vacío, escuchar música, arrimar la cebolleta o, sencillamente, no hacer nada, pues también duerme. Y quizá sueñen con leer, con robar la cartera, con mirar al vacío, con escuchar música, con arrimar la cebolleta o, sencillamente, con no hacer nada.

Y ahora, digo yo: ¿Existirán los sueños en sincronizados?. Es decir, la dama y el caballero ¿están soñando con el mismo universo paralelo? Y lo más inquietante de todo ¿Qué contiene una bolsa de ese tamaño?

miércoles, 31 de marzo de 2010

Los 10 Superpoderes de los madrileños

Superpoder 1: Capacidad de ver, olisquear y arrojarse a velocidades cercanas a la de la luz sobre el único asiento vacío que queda en todo el vagón de metro.

Superpoder 2: Altas capacidades de espera en atascos (realizando labores naso-arqueológicas), restaurantes (resoplando y mirando la hora), cines (pensando que, elijan la película que elijan, la otra es mejor), museos (comentando que siempre los ven antes los que son de fuera) y bares de copas (ahorrando una pasta en la espera, pues mientras tanto no consumen y todo esta carísimo).

Superpoder 3: Estirar el concepto de calidad de vida hasta concluir que si usas menos de una hora en llegar al trabajo, eres un afortunado.

Superpoder 4: Férrea resistencia al clima: jamás hace buen tiempo. O un frio que pega los huevos al culo, o un calor que los dilata hasta el suelo.

Superpoder 5: Amantes del sufrimiento eterno (los del At de Madrid) o del sufrimiento largo (los del Real Madrid).

Superpoder 6: Gran capacidad de almacenaje y expulsión de mocos. En todos sitios venden pañuelos de papel (semáforos, metro, calle…)

Superpoder 7: Miradas taladradoras de la Muerte (sí, con mayúscula). Le dices “Hola” a alguien de aquí y creen que vas a robarles la cartera.

Superpoder 8: Movimientos increíblemente rápidos cuando oyen un tren entrar en la estación de metro, independientemente de la edad del sujeto.

Superpoder 9: Saltar, trotar y sobrevivir entre zanjas, ruidos de excavadoras, martillos neumático y calles cortadas.

Superpoder 10: Aunque entre en contradicción con el 7…son increíblemente amables, acogedores y hospitalarios con el recién llegado.

martes, 30 de marzo de 2010

¿Quién toca la pandereta?

Habitan en Madrid, bien sea en la superficie, en las madrigueras del metro o en los campus universitarios, grupos de gentes que, siendo benévolo, hacen música con los más diversos instrumentos.

Básicamente estos instrumentos son de cuerda y viento. En el caso de la tuna, que dios los confunda en día del juicio final, los instrumentos que tocan, golpean, rasgan o maltratan son exclusivamente de cuerda. A excepción del panderetero, panderero o como sea que se le denomina al mono ese que hace cabriolas, maltratando la pandereta y creyendo que todos admiramos sus gilipolleces. Damas incluidas.

Entre los otros grupos callejeros los violines, trompetas, trompas y clarinetes ambientan la calle a diversos ritmos y velocidades. Pero siempre, siempre hay un tipo parado, que no hace nada más que mirar al infinito y golpea la pandereta siempre al mismo ritmo, independientemente de cuál sea la canción que en ese momento interpretan.

Yo me pregunto, y no tengo respuesta: La pandereta ¿la toca siempre el individuo menos evolucionado de un grupo de Homo gilitunos u Homo musiquensis?

En un futuro no muy lejano subiré un reportaje de creación propia sobre la música del metro. Y, espero que pronto, otro sobre la extinción de la tuna o su confinamiento en zoos.

viernes, 26 de marzo de 2010

Cada vez más tontos


Creo haber dicho alguna vez, o lo habré soñado, que en España el ajedrez nunca será un deporte de masas porque no hay a quien echarle la culpa de la derrota. No se le puede echar al árbitro, ni a la mala suerte ni a una lesión inoportuna. Como mucho se puede culpar a la ingesta de carajillos a porrillo. Bueno y a los porrillos mismos también.

El caso es que ahora estamos adaptando nuestras mentes a un funcionamiento más simple que en la generación anterior, ahora queremos que nos lo den todo solucionado y adaptado a nuestra forma de vivir. Y si no nos lo dan, pues echamos la culpa al Gobierno, al presidente de la comunidad de vecinos, a los Templarios o al cambio climático.

Tras realizar una labor de documentación y un exhaustivo trabajo de campo, este comportamiento tiene un nombre entre los reputados especialistas: soplapollez americana.

Y el adjetivo “americana” no es para demostrar que soy guay, para que la generación actual lo entienda, chachi, para que entienda la anterior, estupendo, para la de nuestros abuelos, o cojonudo para todas. No, no es por eso, uso el adjetivo americano porque todos hemos oído hablar de esas sentencias, aunque creo que son leyenda urbana, en las que se indemniza a una señora por meter a un gato en el microondas y no indicar el manual de instrucciones que no lo hiciera. O sucesos por el estilo que dejan en evidencia nuestro grado de idiotez.

Hace unos años, aquí, nos hubiéramos preguntado por la salud mental de la señora, previo descojone general, pero ahora seguimos el camino abierto por esta dama sajona. ¿O no les han dicho a ustedes cuando tropiezan y se caen que denuncien al Ayuntamiento?

Otra, que hay para todos. Todo el mundo ve los telediarios, oye las noticias en la radio o dedica su tiempo en el trabajo a ver correos electrónico chorras y leer los periódicos digitales. Bien, ¿dicen o no dicen cuando llega una ola de frio que llevemos cadenas, el depósito del coche lleno y el móvil cargado? Muy bien…¿Ustedes llevan cadenas en maletero?¿Saben ponerlas? Y ¿qué pasa cuando cae una nevada que llevaba una semana prevista y avisada? Pues que acusamos al gobierno de falta de previsión. No vamos a lanzar acusaciones de imbecilidad sobre nuestro propio tejado ¿verdad?

Y no acaban aquí las tonterías del español medio. El grupo de la oposición (sí, son españoles medios o mediocres independientemente del partido político que mande u oposite) se abalanzan sobre los medios de comunicación enarbolando la bandera del populismo para acusar de falta de previsión al gobierno.

Señor diputado de la oposición por Cádiz: ¿Lleva usted habitualmente cadenas en el maletero? Uy, disculpe, no recordaba que usted viaja en AVE a cargo del erario público, o con conductor, o que usted se refugia en los banquetes y ágapes oficiales o, sencillamente, no sale de casa ni para ir al Congreso (ojo, todo esto es pura demagogia, es decir que les estoy contando lo que ustedes quieren oír, que me consta que hay diputados trabajadores).

Pero nuestro atontamiento mental no sólo anida en la necesidad de buscar responsables ajenos a nosotros mismo, unos responsables que, además, no darán respuesta satisfactoria a nuestras quejas porque, entre otras cosas, sabemos que solo nosotros tenemos la culpa y, además no sabemos que reclamar: ¿Qué nieve menos?¿Qué nieve mas?¿Que repartan menús del restaurante del Adriá en lugar de caldo de pollo cuando nos quedemos tirados? En cualquier caso, siempre nos quedará recurrir al cambio climático.

Ya les aviso que la próxima semana la tontería semanal tratará de hacerles ver los miedos que habitan entre nosotros por lo ignorantes y perezosos que somos.

Así está el mundo, así lo veo yo y así trato de contárselo.

NOTA 1: Deseando prestar un servicio público a la comunidad...pulsen en el enlace y aprendan, de una vez por todas, como se ponen las cadenas.

NOTA 2: Observad la cara de los que están dentro del coche mientras el agente de la Guardia Civil pone la cadenitas: los muy capullos se limitan a mirar

jueves, 25 de marzo de 2010

El Chorizo de Proust




Pues eso es lo que tienen las grandes ciudades: que de repente un día te trasladan a tu infancia sin más que ver un despacho de productos de cerdo ibérico con denominación de origen Valle de los Pedroches.

Y de la misma forma que cuando dos españoles nos encontramos en Melbourne parece que somos paisanos y jugábamos a las canicas en la calle, al ver este despacho me hizo recordar los chorizos, jamones, morcillas y demás derivados de ese marisco de corral que es el cerdo ibérico y que mi abuelo curaba en su propia casa.

He de decir, y por eso lo digo, que no me matan demasiado este tipo de productos, quizá por qué los que hacía mi abuelo eran ambrosía de dioses comparados con los que embasa, distribuye y vende COVAP. Pero verlos aquí me ha hecho salivar como si se tratara de la magdalena de Proust.

Sólo dejar constancia del hecho y del viaje en el tiempo que me ha llevado a esas calles empedradas de Pozoblanco, o de tierra, que recorría los veranos con un bocadillo de chorizo en la mano. El chocolate del Hipólito que llenaba las tardes bajo la parra, o mi primera borrachera de pitarra en la feria de vaya usted a saber qué año y que, ahora, me hacen sonreír y añorar algo que sé, con toda seguridad, que no volverá.

Así son los tiempos modernos, con sus cosas buenas y sus cosas malas, pero deben compensar mas las buenas porque si no nadie los querría.

Video de la ganadora

He encontrado un video de la ganadora del Concurso de Sinceridad.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Ein Nº 4

Los Niños han vencido a los Borrachos en la final de Sinceridad.

Lo más destacable ha sido la descalificación de un niño de once años que no pasó la prueba de alcoholemia. Y claro, así cualquiera gana.

PD: Acabo de acordarme de un micro-cuento que leí en su momento y que decía: “Ensilladme el caballo mas veloz; acabo de decirle la verdad al rey”.

martes, 23 de marzo de 2010

Ein 3


El avistamiento de las primeras parejas de escotes junto con el aumento de las contracturas de cuello en los ejemplares de homo ardientis, anuncian la llegada de la primavera

lunes, 22 de marzo de 2010

El extraño caso de los croissanes voladores


Una de las costumbres que he conservado desde el Mediterráneo hasta la meseta, ha sido la asidua visita a bares cuya estructura arquitectónica se mantiene gracias a las grasas de distinta procedencia que se adhieren a ella, y cuyo nombre técnico es Roña.

La finalidad que tiene mi rutinaria visita al Santa Elena es la tener una sana nutrición a base de croissant y café con leche, una vez abandonada mantenimiento de una ulcera gracias al brebaje conocido como carajillo, y que redundaba, no solo en el incremento del perímetro ulceroso, si no en que los caminos entre dos puntos, rectos antes de entrar en el bar, se tornaban zigzagueantes tras dos carajillos.

Pues bien, hoy he sido víctima colateral de un ataque perpetrado a mi proveedor habitual de cangrejitos de hojaldre: alguien ha robado la caja de bollería con mis cruasanes dentro. Y eso ha ocurrido, ni más ni menos, que antes de las 6:30, horario de apertura de tan insigne establecimiento hostelero.

Parece ser que el hurto de un ejemplar de tan soberbio y dulce animalito es práctica común por estos lares, pero alguien ha traspasado las líneas rojas que separan a un ser indigno de otro abominable, y ha arramblado con la población entera, uno de cuyos tiernos componentes iba destinado a mi sanísima dieta.

Yo, que he visto innumerables, e innombrables, series y películas americanas, estoy seguro de que la Policía Local de Madrid tiene ahora mismo asignado a un inspector al caso que estará dedicado a tiempo total, desvelos incluidos, a la resolución del mismo; cueste lo que cueste.

¿Acaso no habría que modificar las leyes contra los maleantes y maltratadores de croissants (el corrector de Word permite escribirlo de varias formas)? Es el momento de gritar ¡Basta!, y manifestarnos en la castellana al grito de:

- Ia, ia, ia…en el congreso no roban la bollería.

Bueno, lo cierto es que el lema es manifiestamente mejorable, pero seguro que con la promoción adecuada en el facebook ese, una llamada al Diario de Patricia, y otra España Directo, nos juntamos por lo menos 10 manifestantes.

PD: alguno de los detalles narrados en este post son totalmente ficticios. Dejo al buen criterio del lector determinar cuáles son reales y cuales inventados.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Dedos descomunales


Aquí todo es descomunal: los atascos son descomunales, las colas en los restaurantes también y, sobre todo los precios. Pero lo más espectacular es el tamaño de los edificios.

Si ya flipaba con la simulación Matrix de Chamartín, después seguí flipando con la posibilidad de poder ver las tripas de una estación de tres niveles al descubierto con trenes en uno y otro sentido…Pues cuando salí de la estación de metro y enlacé con la de cercanías, creía estar viviendo una experiencia cercana a la muerte: Cuatro enormes edificios con sus ojos ventanosos (sí, acabo de inventar una palabra nueva) mirándome desde la lejanía y susurrándome:

- Paleeeeetoooo. Paleeeetooooo.

A los que se sorprendan porque yo oiga voces, tengo que decirles que también las oigo en el Mercadona, el Carrefour, los aeropuertos y en las estaciones de tren.

Pronto, o eso creo, me daré una vueltecilla por la zona que ocupan estos edificios, que parecen estar bastante juntos, y quizá los susurros de los edificios se conviertan en burlas de los transeúntes.

Hasta ese momento quiero pensar que son cuatro dedos que surgen de las profundidades de la tierra para arrancar el alma de los seres impuros adoradores del Arroz con Leche.

lunes, 15 de marzo de 2010

Best Sellers in The Metro


Afortunadamente tengo un vicio, de los confesables. Y digo afortunadamente porque creo que quien no tiene vicios, no es de fiar.

Bien, pues ese vicio es el de querer saber en todo momento cual es el libro que están leyendo los demás. Podéis llamarlo intromisión en la intimidad o ser un cotilla para los que les resulte demasiado difícil pronunciar “intromisión” e “intimidad” en la misma frase sin atragantarse y, rizando el rizo, sabiendo lo que significa.

Las contorsiones a las que someto el cuello son asombrosas para una persona de mi edad. Ríete tú de las G’s esas que soporta Fernando Alonso conduciendo su cochecito sin que venga nadie de frente (¿Qué pasaría si hubiera un carril para cada sentido en un circuito de Formula 1?). Pero al final todo tiene su compensación, aunque ignoro cuál pueda ser esta.

El caso es que tras diversos estudios, alguna contractura, varias miradas poco amistosas, alguna más comprensiva (creo que de gente con la que comparto vicio), y a alguna expulsión. más o menos violenta, por parte de la seguridad del metro por creer, no sin motivo, que yo era un pervertido, he podido realizar una lista de “cosas” que lee la gente en las muy diversas posturas (entraré en ellas a su debido tiempo y en propio post).

1.- Ediciones de Bolsillo de libros que, en su momento, fueron Best Sellers de esos (Los Pilares de la Tierra, La Sombra de Viento, todos los de Noah Gordon…)

2.- Cualquier de los tres de Millenium (como no existe versión en bolsillico, pues tiene su propia categoría).

3.- Clásicos (versión bolsillo también). Para mi sorpresa, mucha gente lee libros clásicos. Entendiendo por clásicos aquellos que se escribieron el el XIX o antes. Más de uno aprovecha, como si de purgar una penitencia se tratara, para leer El Quijote.

4.- Libros de Autoayuda y de esos llamados de la Nueva Era: El Monje que vendió su Ferrari y absurdeces de esas. Muy guays, muy guays pero que quien las lee va igual de atacado en el metro de lo que voy yo leyendo Burlando a la Parca.

5.- Libros y revistas en inglés.

7.- Y Lo más de lo más: Los periódicos gratuitos, que merecen un caso aparte.

Sí, os habéis fijado bien: es muy raro ver a alguien leyendo los libros mas vendidos de la actualidad. Motivo: son demasiado gordos y muy poco manejables.

En realidad este post me ha sido más útil a mi que a vosotros, si es que alguno lo es, pues he encontrado dos post nuevos que poneros. Que a veces es más difícil saber sobre que hablar, que hablar sobre ello.

viernes, 12 de marzo de 2010

Ein Nº 2

Ser un valiente pacifista poniendo un clavel en la bocacha de un fusil, es una romántica manera de morir con la cara reventada y la boca llena de pétalos.

Ein Nº 1

Me jode soñar con mi propia muerte; si se cumple, ¿a quién convenzo de que los sueños se hacen realidad?

Leyes de la Estupidez Humana

He conseguido lo que filósofos, sociólogos, psicólogos e intelectuales han buscado durante siglos, excepto en el caso de los sociólogos que todavía andan buscando algo que buscar. He logrado reducir únicamente a tres reglas el comportamiento humano. Sí, sí, ya sé que están leyendo esto boquiabiertos, lanzando exclamaciones de admiración y buscándome para, seguramente, apalearme ante el descubrimiento que les espera en las próximas líneas. Porque además he logrado sintetizarlo en unas pocas palabras.

Nos dicen que lo bueno si breve dos veces bueno. Pues toma brevedad y calidad (les confesaré que, personalmente, esta frasecita me parece una infame chorrada; yo prefiero lo bueno y duradero).

Pero a lo que íbamos, a las reglas del comportamiento humano: El ser humano no pierde la más mínima oportunidad para demostrar que es estúpido. En caso de haberla perdido y haberse dado cuenta con posterioridad, intentará, por todos los medios, comportarse de forma estúpida aunque sea a destiempo.

Hay que joderse, con lo bien que me ha quedado la frase, lo etérea y abstracta que es, ahora la tengo que estropear con algún ejemplo concreto de la vida cotidiana. En realidad podría dejarlo así, que es lo que hacen los colectivos anteriormente mencionados (desde luego que voy estrechando mi círculo de amistades y ampliando el de enemistades). Pues no voy a hacerlo, la dejaré así tal cual y quizá, con mucha suerte, mi paso por la tierra quede reflejado con alguna frasecilla en un sobre de azúcar, sacarina o cualquier sustitutivo asqueroso de los que nos depare el futuro (sacarina, barritas energéticas y bebidas con alto contenido en cafeína son claros ejemplos de estupidez humana).

Otra norma básica de funcionamiento humano: cuando crea que ha contemplado la más alta cota de estupidez, prepárese para sorprenderse con la facilidad que tiene el ser humano para sobrepasar sus propios límites.

Nunca dejamos de vencer nuestro propios límites, nunca nos damos por vencidos a la hora de hacer, usaré una palabra técnica inglesa que lo define perfectamente, The Garrulation (lease De Garruleision), y cuando caemos exhaustos y comprendemos que ya hemos sido imbéciles hasta cotas jamás alcanzadas con anterioridad, seguimos luchando y aun queremos serlo más.

Un ejemplo de esto, como también podría serlo de cualquier otra cosa, es la nueva gastronomía de autor, ya saben pequeñas cantidades de muchas cosas elaboradas con vaya usted a saber que procedimientos químicos, físicos o matemáticos. Mientras la evolución, y el hambre, han demostrado generación tras generación que el comer, y hacerlo al menos tres veces al día, es un avance hacia una vida mejor, ahora resulta que comer y, casi, quedarse con hambre forma parte de una nueva forma de entender el natural proceso nutritivo. (No se preocupe si no ha entendido nada al leerlo, yo tampoco he entendido nada al escribirlo).

Tercera regla: usted tiene demasiado tiempo libre si está leyendo esto, y yo debo tener algún tipo de inclasificable problema mental si lo estoy escribiendo para hacerlo público.

Así está el mundo, así lo veo yo y así trató de contárselo.

PD: Para cualquier queja, sugerencia o pago, monetario o en especie, diríjanse al blog http://viviendoentregatos.blogspot.com

jueves, 11 de marzo de 2010

Charmantrix


Veo lo que veo, y a veces tengo que hacer fotos para dar fe de lo que veo es real. Aunque a los demás os importe bastante poco mi estado de salud mental (que ya adelanto que es normal dentro de mis parámetros vitales, pero un poco perjudicado dentro de los parámetros normales del resto de los mortales), yo debía dejar constancia de que lo que contemplaba era real.

Así que, para que no penséis que esta imagen está tomada del mundo Matrix, no vi ni a Neo ni a Trinity, os diré que está tomada en la Estación de Chamartín, que esconde muchos rinconcitos que ya iré rescatando con sus correspondientes fotos y completa documentación. Ojo: completa no quiere decir que sea útil.

El caso es que el panel de la foto me dejó un embobado, como no dando crédito a lo que veía, en realidad no dando crédito alguno y totalmente hipnotizado ante la caída de cuadritos azules de distintos tonos con el único propósito de dejar hipnotizados a gente impresionable como yo.

Luego pensé que, quizá, era una pieza de arte moderno de ese.

Y luego pensé que llegaba tarde (algo habitual en esta ciudad, que siempre se llega tarde).

lunes, 8 de marzo de 2010

Como en mi Casa


No negaré que lo que parecía un ejercicio de vanidad personal ( mi nombre es Diego para unos y cabronazo para otros)se convirtió en un experiencia meteorológica de lo más retro.

Casa de Diego es una de las tiendas más antiguas y tradicionales de todo Madrid (lo cierto es que no tengo la más remota idea de si esto es cierto o no, pero así en post queda muy entrañable), ubicada en la misma Puerta del Sol, enfrente mismo del relojito oficial que marca el cambio de año.

Estoy seguro que después de tantos años en pleno centro de la borrachera de medio país, y después de muchos cristales rotos, me apostaría las gónadas de mi amigo Roberto a que tienen un sistema de protección contra proyectiles alcohólicos (botellas de cava para los que estén medio dormidos, atontados o ambas cosas a la vez) arrojados en tan entrañable, multitudinaria y absurda forma de despedir un año.

Pues uno, que es de natural curioso, se acercó a ver qué era eso de Casa de Diego, como si no hubiera visto un paraguas en mi vida, y hete aquí (signifique lo que signifique hete) que me encontré con ese cartelito que pronosticaba el tiempo para el día de mañana.

Dos dudas surgieron. Una: ¿anunciaban siempre lluvia como si de una campaña de marketing se tratara? Debería haber ido más días para comprobarlo pero, además de ser curioso soy muy vago.

Segunda duda: ¿Qué hay tras última pantalla del Tetris? Esta seguro que la sabéis vosotros. Viciosos, que soy unos viciosos.

ACTUALIZACIÓN: He pasado como por casualidad y...el cartel siempre es el mismo. Que lástima.

viernes, 5 de marzo de 2010

Ritos y Costumbres I


¡¡¡Sí, sí, sí!!! Ya intuía yo algo sobre la dureza de la vida en la capital. Ya imaginaba yo que la ciudad estaba llena de lugares remotos donde el mal campa a sus anchas, lugares donde las almas se inundan de extraños brebajes (llamados cañas), acompañados de comidas de dudosa procedencia (llamadas Tapas).

Brebajes que nublan el alma, relajan la moral y enaltecen el espíritu. Comidas que, servidas en pequeñas porciones, aumentan de forma considerable el perímetro estomacal, produciendo un extraño movimiento a quienes los sufren consistente en aflojar el cinturón.

No quiero saber qué es lo que pasa cuando no quedan más agujeros en el cinturón y los pantalones caen hasta los tobillos impidiendo todo tipo de huida de vaya usted a saber qué tipo de personas y con qué tipo de intenciones. O algo peor: ¿Cómo huir de un ataque de tunos zombis?

El caso es que el jueves, como el jueves anterior y el próximo, me llevaron bajo la sombra de la Torre de Mordor (léase con voz profunda “Toooorreeee de Mooordooooorrrr”), en plena Tierra Vallecana. Bien sabe El Señor de Mahou que al llegar había sombra, pero nadie sabe lo que había al salir, aunque, claro, era dificultoso levantar la cabeza y mirar cuando, siguiendo las ancestrales costumbres de los nativos, se caminaba a cuatro patas tras consumir semejantes brebajes.

no debe beber dichos brebajes en soledad (las penas, en alcohol, flotan las muy perras),así que me vi acompañado por otros seres que parecían disfrutar de este pagano acto de barbarismo.

Yo, por mi parte, no disfruté demasiado, pero quizá no supe comprender el sentido del mismo, y mis ansias de conocimientos de otras culturas me obligan de forma implacable a volver a repetir tan desagradable experiencia el próximo jueves en aras de la sabiduría.

Que sufrida es la vida en la capital

Los Límites de la Dignidad HUmana


El pertenecer a la humanidad es algo, en mi portentoso entender, que está sobrevalorado en exceso.

Antes de continuar haré una aclaración que se la traerá al pairo, pero así desperdicio un párrafo con alguna inocente tontería que no lleva a ningún sitio (lean las columnas de análisis económico de los periódicos serios de dos años hasta ahora y vera como dicen tonterías más dañinas que las mías). He escrito “mi portentoso entender” porque estoy harto de la falsa modestia, un tipo de mentira muy apreciada por empequeñecer a quien la practica y dotarlo de un falso halo de humildad, pero que no deja de ser una mentira social. (¿Han visto? un párrafo inútil).

Ahora al rollito ese de la Humanidad y lo sobrevalorada que está. Miren, ¿es necesario vestir a los perritos como si fueran personitas para quererlos más? Yo, cada vez que veo un pobre perrillo vestido con cazadora vaquera y pañuelo al cuello me dan ganas de hacerle un test psicológico al dueño. Vaya, cuantos de mis odiados diminutivos en un mismo párrafo.

Se considera maltrato a los animal el pegarles, vejarles o abandonarlos. Evidentemente nada que objetar, es más yo endurecería las penas pero sobre todo las aplicaría de vez en cuando y que dejara de ser una figura judicial de escasa aplicación. ¿Por qué no considerar maltrato vejatorio cuando se les disfraza de humanos?

¿Acaso creen que al perro le hace gracia ir vestido por la calle como si fuera Elvis? ¿o como si fuera el feliz poseedor de una Harley? ¿O, y esto es peor todavía, como si fuera una persona sospechosamente parecida a su dueño?

Pongámonos en la situación inversa: ¿A ustedes les gustaría que un perro de 500 kilos le vistiera de caniche? Bien, puede ser que si usted se llamara Pluto y vivieran en Eurodisney se sintieran como Mickey por su casa, pero no es el caso. ¿Qué pensaría su profesor de Historia del Arte al verlo disfrazado de Snoopy? ¿O, y esto es peor, su primera novia si lo viera vestido como un Mosqueperro?

Sin duda hay un punto de degradación que rozaría el no retorno desde la barbarie humana: vestir a los perros como si fueran tunos. Sí, sí, han leído bien, vestirlos de tuno. ¿Hay algo más carpetovetónico, retrógrado, machista, incívico, y que obstaculice más el desarrollo y avance de la ciencia, y las humanidades en general, que la existencia de la tuna? Bueno, quizá las portadas de Interviu, pero no creo que lleguen a ese nivel.

¿De verdad un tío con 55 años cumplidos dando panderetazos por el mundo, haciendo piruetas y tocando en bodas en vez de aprenderse la tabla del 7 para el examen del día siguiente merecen un lugar en la historia de la música española? Yo lo dudo. Y seguro que me caerán criticas por decir que estos hombres - siempre hombres de negro que acosan a indefensas damas, porque tanto piropo y toqueteo es, sin duda, acoso- merecen que se les dé unas clases de reciclaje cultural y, sobre todo, que paguen la matricula de la universidad y así sabrán lo que vale un euro.

Bien, ya estamos a punto de traspasar el umbral del no retorno, la frontera hacia la tierra donde habita la oscuridad, aquel lugar donde los demonios de Ferrán Adría campan a sus anchas haciendo y deshaciendo, mezclando ingredientes sin ton ni son, y el lugar donde volveremos a la época en la que el fuego y la rueda eran tenidos por signos del diablo….El arroz con leche.

Aquí, como con los tunos, me lloverán los palos, pero no me importa pues yo soy fuerte y poderoso. El arroz me gusta, la leche también, pero separados entre si por un distancia prudencial y sin fuego lento de por medio. Pero cuando se juntan los tres elementos, ¿Qué quieren que les diga? Es como si un cataclismo de proporciones cósmicas ocurriera en el caldero. Es superior a mí: No puedo con ello.

Algunos dirán, y con razón, que no lo he probado nunca. Y es verdad. Me dirán que quien prueba repite, puede ser. Pero hay muchas cosas en el mundo que no he probado, y que no tengo la más mínima intención de hacer, como por ejemplo….vaya, se me acabó el espacio.

Así está el mundo, así lo veo, y así trato de contárselo.

PD: Recuerden que si quieren dar su opinión, y yo ya veré lo que hago con ella, puede hacerlo en http://viviendoentregatos.blogspot.com/

miércoles, 3 de marzo de 2010

Hipotecas de Cartón


No es culpa de la crisis y no sabría decir de quien es la culpa, tampoco es que nadie vaya a asumir culpa alguna o la culpa será para la sociedad entera, un eufemismo para decir que nos importa una mierda.

Podemos decir que están ahí porque quieren, podemos pensar lo que queramos, incluso cerrar los ojos, taparnos la nariz o mirar para otro lado (si has cerrado los ojos no es necesario mirar hacia otro lado). Pero lo cierto es que siempre ha habido, y habrá, gente viviendo en sus casas de cartón.

La foto está tomada en la estación de Chamberí, pero las he visto, incluso agrupadas, junto al Teatro Real, en pleno centro de Madrid. Ahí están, forman parte del paisaje, no les hacemos caso y ni siquiera nos preguntamos cómo han llegado allí; no vaya a ser que la respuesta nos sacuda la conciencia.

La foto está tomada de lejos a propósito, por muy en la calle que vivan tienen derecho a su intimidad y a que, bajo ningún concepto, la invadamos o ultrajemos. Algo que debería plantearse los programas de 21 días en la calle, El Diario de Patricia y su puta madre, o cualquier otro programas de “sillas” que habitan las televisiones de hoy en día y que nos presentan este modo de vida como si de un zoo se tratara: los que están allí por la droga, los que se quedaron sin trabajo o a los que echó su familia por culpa de la droga y por no tener trabajo.

Todos los días paso dos veces por su lado, yo soy de los que no puedo evitar mirarlo aunque soy consciente de estar mirando dentro de una casa que no es la mía, mirar dentro de una vida que no es la mía y, muy probablemente, tras ver sus ojos, estar viendo a una persona con las esperanzas muertas, sin un futuro y sin ganas de tenerlo.

Pelo negro rizado, barba poblada, sucia y rizada, una vida con tantos rizos como la barba y el pelo y tan complejos que es muy probable que no sepa cómo llegó a vivir en una casa de una sola pieza hecha con paredes de cartón.

Siempre que paso sé perfectamente donde mira, pero jamás he logrado saber lo que ve. Quizá un futuro que no va más allá de su próxima comida, su próxima siesta o la próxima visita de la trabajadora social (quiero pensar que es una chica de unos 30 años, menuda, delgada y con ganas de trasmitirle al hombre una tremenda ilusión por vivir).

Releo lo que he escrito y veo, muy a mi pesar, que me he convertido en uno como todos: me refugio en las sombras de la sociedad y en pensar que otros ya hacen por el lo que debería hacer yo, o, sencillamente, que no es asunto mío.

Tres pasos mas allá de su casa…ya lo he olvidado.

martes, 2 de marzo de 2010

Espeluznante visión

He visto un tuno.

Me tiembla el buen gusto.

¿Hasta cuando los dejaremos vivir?

PD: Este post sin foto, que Roberto me riñe.

En mi propia casa



Por motivos que no vienen al caso, salvo que haya una importante cantidad de dinero de por medio, he tenido que volver a Gandia en un viaje y una estancia relámpago que pone en duda la imposibilidad de alcanzar la velocidad de la luz: No se consigue debido a las obras en la carretera, a los controles de tráfico, a los camiones “veicolo longo” cargados con cachos de molino eólico, y por culpa de aquellos que por tener un coche rojo creen que tienen un Ferrari y el carril de la derecha es de su absoluta propiedad…y de sus 60km/h (esta última causa, debido a la avanzada edad de los conductores, se solucionará de forma natural en poco años).

Bueno a lo que iba, que al llegar a casa vi, en la puerta del cuarto de contadores de la luz, el cartel de la fotografía. Y no me negarán que no es un curso rápido sobre los efectos de la electricidad en contacto con los fluidos corporales y un ejemplo de sutileza en el mensaje: está llamando cerdo al aliviante anónimo.



Aunque dudo que éste se de por enterado